Diagnóstico de Enfermedades Inflamatorias

¿Cómo saber si los síntomas mencionados corresponden a estos cuadros?
En general es difícil definir exactamente el cuadro del que se trate y esto tiene implicancias muy importantes para el futuro de la persona que la padece. Ya vimos que los síntomas son casi todos iguales, dolor, sangre y alteraciones en el ritmo evacuatorio y asimismo los estudios que se efectuan en la actualidad tampoco ofrecen certezas.
De cualquier forma, una vez descartado que el paciente no tiene una forma infecciosa aguda de intestinos, un tumor o alguna malformación vascular (por ejemplo, fístulas arteriovenosas) el tratamiento a suministrar es prácticamente el mismo.
Los métodos habituales de diagnóstico no son muchos, se basan en estudios de sangre, de materia fecal y en imagenes.
En sangre se mide el estado de la sangre, si está anémico, si hay infección y sobre todo si hay inflamación.
En materia fecal se intenta identificar algún organismo que produzca enfermedad, de tipo bacteriano o parasitario.
Los metodos de imágenes comienzan con ecografía abdominal, que puede dar algunos datos indirectos, tomografía con y sin contraste, también de escaso valor diagnóstico y por último y definitorio, la endoscopía que puede ser alta -por boca o baja en cuyo caso se llama colonoscopía. En estos últimos dos estudios, se puede ver mediante una cámara de video la superficie interna del intestino, se pueden tomar trozos de tejido para mandar a analizar y ver al microscopio.
Hay algunos nuevos estudios todavía en fase experimental que miden sustancias en materia fecal, análisis de pelo y mini cámaras que se ingieren y permiten ver y estudiar el intestino.
En general el diagnóstico definitivo es bastante difícil de establecer, sobre todo en los niños, por ello muchas veces se utiliza el diagnóstico de Colitis Indeterminada, cuya definición es diferente según el autor que la describe.
Muchas veces el médico tratante pide estudios sin tener en cuenta el estado del paciente -niños en general- que acaba de comenzar con el cuadro, muy dolorido, sangrando profusamente, con numerosas deposiciones. En mi experiencia es preferible comenzar a tratar el problema, estabilizar la situación y recién entonces proceder a efectuar estudios mas invasivos. Con esta premisa presente es necesario anteponer la recuperación del niño antes que obtener un diagnóstico que por lo general tiene poca influencia en la terapéutica a aplicar. Cada caso es diferente, pero siempre existe más de una opción, el paciente, si es adulto o los padres en caso de un niño, deben ser ampliamente informados y tomar la desición en conjunto con el médico tratante quien debe tener la flexibilidad suficiente como para aceptar las preferencias del paciente y/o de la familia.